Dormir es un placer, pero también una necesidad del organismo. El sueño y el descanso son fundamentales para que, tanto el organismo como la mente, estén despejados y descansados; además, es tan importante como practicar deporte o alimentarse de forma equilibrada.
La Organización Mundial de la Salud reconoce 88 tipos de trastornos del sueño, de los que el insomnio es el más habitual ya que afecta al 40% de la población occidental. Las causas de esta dificultad a la hora de descansar pueden ser físicas: trastornos metabólicos, cardiovasculares, respiratorios, etc.; o psicológicas: estrés, depresión o ansiedad.
Durante el sueño, tanto nuestro cerebro como nuestro organismo ayudan a que las personas se sientan descansadas y enérgicas; descansar el corazón y el sistema vascular aumenta la masa muscular y la reparación de células y tejidos. Además, si hay atisbos de enfermedad, un sueño reparador ayuda a mejorar los síntomas, ya que se producen más citoquinas, que es una hormona que ayuda a combatir algunas infecciones.
Lo ideal es que los adultos duerman entre 7 u 8 horas al día; los adolescentes unas 9 o 10 horas, y los bebés entre 10 y 12 horas al día. Si el tiempo dedicado al descanso es menor al recomendado, esto puede causar a nivel anímico: irritabilidad, depresión o ansiedad, entre otras consecuencias. La falta de sueño, además, segrega una hormona que incrementa el apetito.
Por otro lado, a nivel físico, descansar poco o mal aumenta el riesgo de padecer enfermedades del corazón, presión arterial alta, obesidad, diabetes…
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Recomendaciones para lograr un buen descanso
Por ello es importante mejorar los hábitos de sueño para tener la mente más despejada, disfrutar de un mejor humor, rendir más y mejor, aumentar la concentración, o disminuir el riesgo de aumentar de peso, entre otros muchos beneficios. Para ello, algunas pautas para mejorar el sueño son:
- Acostarse y levantarse a la misma hora
- Evitar la cafeína
- Evitar los dispositivos electrónicos antes de dormir
- Relajarse antes de acostarse: leyendo, meditando o haciendo algún ejercicio de relajación
- Mantener la habitación ordenada y a una temperatura óptima
- Hacer ejercicio frecuentemente, pero no a una hora cercana a la de irse a dormir
- Pasar tiempo en contacto con la naturaleza
Estos son algunas de las recomendaciones que son importantes llevar a cabo si se quiere mejorar el descanso y que este sea óptimo. Si logramos integrarlas en el día a día y mejorar el sueño, esto se traduce en que nuestro cuerpo se repone y reinicia: el sistema inmune se fortalece, la inflamación orgánica se reduce, la concentración y la capacidad mental mejoran, y se recupera energía. Además, cuando no se duerme lo suficiente el cuerpo segrega una hormona que incrementa el apetito.
Beneficios de disfrutar de un buen descanso
Por otro lado, si consigue mejorar el sueño y disfrutar de un buen descanso, los beneficios que se pueden obtener son numerosos:
- Incrementa la creatividad
- Mejora la memoria
- Protege el corazón
- Reduce la depresión
Estos son solo algunos de los beneficios de dormir bien. Aunque no se suelen apreciar todos, el organismo y la mente lo sienten inmediatamente. Para lograr un buen descanso, es bueno seguir las pautas mencionadas anteriormente, ya que pueden ayudar a descansar mejor y, por tanto, a que nos sintamos con la mente más despejada, estemos más activos y, por tanto, más felices.
Otros enlaces de interés del Instituto de Hipnosis y Psicología
Fuentes. Bibliografía y webgrafia.
- https://medlineplus.gov/spanish/healthysleep.html
- https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/por-que-es-importante-dormir#resumen
- https://www.cajaprevision.org/salud/me-siento-bien/243/La%20importancia%20del%20buen%20descanso
- https://www.semal.org/es/prensa-tv/la-importancia-de-dormir-para-presentar-un-buen-estado-de-salud-y-bienestar-emocional
- https://www.quironsalud.es/blogs/es/psicologia-salud/problemas-sueno-factores-impiden-dormir-combatirlos