Septiembre: El mes de los nuevos comienzos

Con la vuelta de septiembre volvieron también las rutinas y los nuevos comienzos: la vuelta al cole, al trabajo, a llevar un estilo de vida más saludable… Los nuevos propósitos se listan como si lo que empezara fuera el nuevo año, pero es que, para muchas personas, este es un mes de comienzos y viene cargado de nuevas promesas, de nuevos propósitos.

Es la vuelta a lo cotidiano con ilusiones renovadas, con la mente despejada tras haber disfrutado de las vacaciones con nuestra familia y amigos, en la playa o en la montaña, desconectados.

Aunque pudiera parecer que enero es el mes de los comienzos por excelencia, la realidad es que septiembre le ha quitado ese título. Con el primer mes del año viene el comienzo del nuevo año, pero no tiene marcado con tanta fuerza la promesa de los nuevos propósitos, ya que a él llegamos sin mucho tiempo dedicado a la desconexión y a la reflexión.

En verano, sin embargo, sí que lo hacemos: disfrutamos de la playa, de los amigos, de la familia, del “dolce far niente”. Reflexionar, pensar en cambios, en nuevos enfoques que queremos dar a nuestra vida, nuevas metas, propósitos, etc. Mirar para dentro, algo que es siempre tan importante, hacer un trabajo de introspección.

Además, en septiembre no solo nos marcamos nuevos propósitos, si no que es un mes en el que debemos ajustarnos a nuevos horarios, hábitos, rutinas, etc. Para ello, hace falta que estemos cargados de ilusión, ganas, motivación y positividad.

Contenidos

1 Qué hacer para mantener la rutina después de las vacaciones
2 Otras entradas de interés del Instituto de Hipnosis y Psicología
3 Fuentes. Bibliografía y Werbgrafía

Qué hacer para mantener la rutina después de las vacaciones

Para volver progresivamente a la rutina y lograr conseguir estos propósitos, es muy importante marcarse objetivos realistas que permitan cumplir nuestras metas, con el fin de no cansarnos al poco tiempo de comenzarlas.

Estos objetivos que nos marcamos han de seguir algunas rutinas que ayudarán a mantenerlos en el tiempo y que nos ayudarán a mantenerlos en el tiempo y a convertirlos en hábitos. Algunas de estas rutinas que son importantes mantener para que sea más fácil evitar procrastinar, son:

Cuida tu diálogo interno: usa un lenguaje positivo cuando te hables. También cuando hables sobre los propósitos que te has marcado. Habla(te) en positivo.
Márcate pequeños objetivos: de esta forma te serán más fácil conseguir tus propósitos y no te frustrarás.
Sé paciente: estamos en la época de la inmediatez, del “ya”, y todo ello hace que, si no conseguimos lo que queremos en un plazo corto de tiempo, nos frustremos y, por tanto, abandonemos nuestra tarea.
Cuando sientas que estás cayendo en la monotonía, introduce alguna variación que te motive, que te ayude a implicarte más y a no abandonar. Que te ayude a mantener la ilusión.
Está bien si cometes errores: forman parte del aprendizaje. Están en los procesos en los que nos embarcamos. Si erramos, siempre sacamos un aprendizaje positivo que nos servirá para el futuro.
Rodéate de gente que crea en ti, que te apoye y te empuje cuando a ti te cueste continuar.

Los cambios siempre suponen una revolución interior, sobre todo si son inesperados. Pero que los esperes, no significa que no te remuevan. Aunque a veces desestabilicen nuestra vida, la experiencia y los aprendizajes que hemos ido viviendo, estarán ahí, como en una caja guardados, y podremos recurrir a ellos cada vez que los necesitemos.

Es importante que encuentres el equilibrio, un lugar en el que te encuentres a gusto, que no sea un lastre porque te aburre o cansa, y que tampoco te lleve a la ilusión y positividad de forma desmedida porque, eso, tampoco es sano.

Si te resulta complicado encontrar un punto medio, no dudes en contactar con el Instituto de Hipnosis y Psicología, te ayudaremos a encontrar tu equilibrio.