En esta nueva entrada vamos a daros algunos consejos para evitar ser El Grinch en Navidad, y así, evitar abrumarnos por la larga lista de tareas que se empieza a acumular en nuestra mente.
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Con la llegada de la navidad se supone que debemos estar envueltos en un ambiente de alegría, ilusión y espíritu navideño. Sin embargo, muchas personas no pueden evitar sentir ansiedad, estrés e incluso, algunos síntomas de depresión.
¿Y por qué florecen estos sentimientos negativos? La respuesta a esta pregunta es sencilla: todos los seres humanos estamos inmersos en una rutina diaria, en mayor o menor medida, y con la llegada de la Navidad la misma se altera completamente por lo que no podemos evitar sentir que estamos fuera de lugar.
¿Qué nos hace ser un poco «El Grinch´´ en esta época?
- Pocas semanas y muchos compromisos.
Al fin y al cabo, aunque nos bombardeen desde el Black Friday (último viernes de noviembre) anunciándonos la navidad, las fechas destacables se concentran en tres semanas.
Y con esto, no nos referimos únicamente a los días de navidad, fin de año y reyes, sino que actualmente en la época navideña se concentran innumerables compromisos, de manera que a las cenas y comidas ya establecidas, suelen unirse otras como las cenas o comidas de empresa o encuentros con amigos que vuelven a casa en esta época tan familiar.
- Gastos y cuesta de enero.
Siguiendo el hilo de lo que comentábamos anteriormente, al compromiso social se une el compromiso económico de una época marcada por la obligación de realizar el correspondiente gasto en los típicos regalos navideños (Papá Noel y Reyes Magos) a los que se le suma el gasto en decoración, preparativos para las comidas, menús de los distintos compromisos sociales y los conocidos “amigos invisibles” que casi por obligación debemos asumir en nuestro círculo de amigos, empresa, familia…etc
Todo esto, viene a suponer un gasto extraordinario y, en ocasiones, difícil de asumir en muchas economías domésticas.
- Reuniones y reencuentros.
Como ya hemos comentado anteriormente, la Navidad gira entorno a los reencuentros y reuniones familiares y de amistades lo que, de por sí, es un factor generador de estrés motivado por los malentendidos o enfrentamientos que suelen aparecer alrededor de la mesa o, incluso, a la hora de realizar los preparativos que dichos acontecimientos requieren.
- Malos hábitos y excesos.
Es también la Navidad una época en la que solemos romper nuestra rutina diaria en la que, además de mantener una dieta equilibrada y saludable, solemos descansar con regularidad y practicar ejercicio de forma habitual.
Esto es así, porque la mayoría de los acontecimientos sociales a los que asistimos, suelen estar protagonizados por comilonas en las que brillan los innumerables entrantes, platos copiosos, postres, polvorones, mazapanes, turrones y alcohol; lo que produce que nuestra salud se vea alterada por estos malos hábitos.
- Vacaciones escolares y rendimiento laboral.
Cuadrar el rendimiento laboral con el disfrute de los días festivos y la atención a las vacaciones de los más pequeños suele igualmente ser un factor generador de estrés por la dificultar para organizarnos para ser eficaces en el trabajo y conjugar ésto con el hecho de ofrecer nuestra disponibilidad para que podamos estar en casa el tiempo necesario para atender a nuestros hijos.
Este tetris de necesidades laborales-familiares suele resultar tremendamente estresante si no contamos con ayuda externa que nos permita organizarnos.
¿Cómo evitar ser «El Grinch´´estas fiestas?
- Céntrate en el momento que estás viviendo.
- Planea y gestiona tu tiempo.
- Evita conflictos.
- Baja tus expectativas.
- Autocuidate. Haz deporte y evita excesos en tu conducta.
- Gestiona tus emociones.
¡Super consejos extra!. No hace falta que nos invada el monstruo de la Navidad y que nos apuntemos a todo, que estemos ultra felices y que finjamos que nos encantan todos los rituales navideños como los que más… sino que lo importante es encontrar un equilibrio y relativizar.
A estas fechas tenemos que darles la importancia que tienen, priorizando lo que realmente necesitamos y obviando lo que por una idea preestablecida creemos que debemos hacer.
Integra. Resuelve. Avanza.
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