La infancia es una etapa en la que se es especialmente vulnerable a determinadas situaciones que pueden generar un fuerte impacto emocional. A veces, esta clase de experiencias producen un malestar tan intenso que es capaz de alterar las actitudes y patrones de comportamiento del niño o niña. Un evento traumático puede definirse como una situación de amenaza o estrés que altera la sensación de bienestar en la persona. Un niño o niña puede vivir una situación determinada como algo traumático sin que los adultos lo perciban de esa forma. Esto se debe a que a estas edades disponemos de menores herramientas y habilidades para lidiar con las emociones. 

EMDR

EMDR es una intervención psicológica que ayuda a los niños y niñas a procesar momentos y emociones difíciles. La terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares, conocida por sus siglas en ingles (EMDR) es un tipo de intervención que fija su atención en los sistemas de memoria en los que se codificó la información de manera desadaptativa. 

Para entender la terapia EMDR hay que comprender que el sistema nervioso está capacitado para afrontar la adversidad procesando e integrando aquellas experiencias difíciles. Sin embargo, cuando estas superan los recursos de la persona, dicho recuerdo queda bloqueado y causa un intenso malestar que altera la vida de la persona generando una serie de respuestas desadaptativas. 

El objetivo de EMDR se basa en trabajar los recuerdos y las emociones negativas asociadas al evento traumático. De forma que esta intervención se basa en identificar y procesar las experiencias traumáticas que no han sido correctamente elaboradas.

EMDR para activar ese proceso que ha quedado bloqueado emplea la estimulación bilateral del cerebro. Es decir, conectar ambos hemisferios mediante diferentes técnicas: movimientos oculares, estimulación auditiva o táctil. La teoría explica que el hemisferio derecho es fundamentalmente emocional, mientras que el izquierdo presenta una función más lógica y analítica. Cuando una persona se enfrenta a una situación que deja una fuerte huella emocional, la conexión entre ambos hemisferios se bloquea. De manera que, las emociones se quedan aisladas en el hemisferio derecho sin la capacidad de analizar ese hecho de manera lógica y objetiva. La terapia EMDR busca la reconexión entre ambos hemisferios para procesar e interpretar correctamente ese recuerdo analizándolo desde el “aquí y el ahora” sin evocar las mismas respuestas emocionales, físicas y conductuales de ese momento.

Objetivos de EMDR

Teniendo en cuenta lo anterior, los principales objetivos de EMDR son:

• Desensibilización: se persigue que los recuerdos traumáticos sean menos desagradables, que pierdan parte de su carga emocional.
• Reprocesamiento: se busca asociar el evento con otros recuerdos o experiencias no desagradables con el objetivo de generar nuevas conexiones neuronales con información nueva y adaptativa.

Aplicación en edad infantil

La terapia EMDR adapta su intervención a la población infantojuvenil teniendo en consideración tanto el desarrollo evolutivo y madurativo del menor. Esta adaptación se realiza a través de la incorporación de las figuras de apego al proceso de terapia y en el diseño del trabajo terapéutico mediante el uso de dibujos, narrativas personalizadas o caja de arena, entre otros. De esta forma, la exposición al recuerdo puede realizarse de una forma indirecta y simbólica, generando menos angustia y malestar en ellos.

En definitiva, EMDR es una terapia rápida y efectiva que ha demostrado su eficacia no solo para el tratamiento del trauma si no, para diferentes patologías en población infantil. Además, es un abordaje psicoterapéutico integrador e integrativo que además de abordar las memorias traumáticas, trabaja las emociones, las creencias y las sensaciones corporales. Al mismo tiempo que proporciona a los niños y niñas herramientas y habilidades para afrontar posibles dificultades. Por todo ello, EMDR es una de las intervenciones más recomendadas y una de las principales terapias empleadas por el equipo del Instituto de Hipnosis y Psicología.

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Colaboran: Laura Gómez Garrido y Luisa Fernanda Martínez Jurado. Psicólogas Sanitarias Colegiadas y Directoras del Instituto de Hipnosis y Psicología