Si alguna vez has odio hablar de las ovejas negras de la familia -o incluso pensabas que podías llegar a serlo tu-, y has prejuzgado a que esa persona tiene una connotación negativa en su personalidad o un carácter difícil, no tiene porque ser de esa manera exactamente, debemos reconstruir nuestras creencias y trabajar la asertividad.
En la entrada del blog de hoy os contamos más sobre el síndrome de la oveja negra.
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¿Qué es el efecto de la oveja negra?
Este término fue acuñado por el psicólogo social famoso Henri Tajfel, y se puede entender cómo la oveja negra del rebaño, es decir, aquella diferente a un grupo.
En su estudio explicaba que es más probable crear juicios y críticas sobre personas que pertenecen a un mismo grupo, pero que destacan o se diferencian del resto no cumpliendo lo que se espera o se estandariza dentro de este mismo.
En general podemos enmarcar este síndrome sobre todo en el entorno familiar, aunque también se puede extrapolar a grupos de amistades o grupos de trabajo o clase.
Consecuencias de sentirse la oveja negra.
El favoritismo endogrupal explica que los juicios que se realizan sobre otras personas, por lo general buscan proteger al grupo. Defendiendo así lo que significa.
Sin embargo esto puede acarrear a la persona que lo siente baja autoestima, culpa, rechazo, presión social, incluso conflicto. De hecho, en muchas ocasiones las ovejas negras son personas con identidad frágil que por este motivo sienten abuso emocional a partir de críticas y desprecios de su entorno, en este caso, disfuncional y dañino.
A pesar de esto, la función que ejerce la oveja negra en su grupo es de rebeldía, y funciona positivamente ya que que mueve al resto de su zona de confort, tanto a nivel individual como grupo.
La oveja negra se atreve a vivir, piensa de forma distinta y busca su propio camino, aportando contraste, nuevos patrones de comportamiento y búsqueda de respuestas.
Entonces…
La oveja negra es diferente, no mala.
Según la psicóloga española Valeria Sabater, la oveja negra no es mala, solo es diferente. Esta, ha aprendido a esquivar piedras y a pensar de otro modo, eligiendo el camino a tomar y no siguiendo el rebaño de ovejas blancas.
Siente el verdadero privilegio si eres tu la oveja negra.
A partir de las consecuencias que hemos mencionado anteriormente, cada oveja tiene dos grandes opciones para trabajar y vivir: hundirse o reaccionar.
Debemos entender el Síndrome de la oveja negra como una toma de consciencia y empoderamiento, libertad y valentía, no como una amenaza para nuestro grupo. Salir del limite de conducta no debe ser un problema, sino forma, en ocasiones, positiva de salirse del pensamiento único establecido.
Siéntete bien, cree en ti y tus valores, acepta a tu entorno y encuentra tu propio camino oveja, las personas de tu alrededor te querrán y aceptarán como eres.
Fuentes. Bibliografía y webgrafía.
https://www.enriccorberainstitute.com
https://www.psychologytoday.com
