Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, el Instituto de Hipnosis y Psicología ha creado esta nueva entrada de blog con recomendaciones e información para abordar la prevención. Con el objetivo de sensibilizar y promover medidas, romper tabúes y acabar con el estigma que supone para muchas personas que lo sufren.

Para empezar debemos entender y conocer algunos datos y conceptos sobre el suicidio. En España actualmente, se ha convertido en la mayor causa de muerte externa, según la Confederación de Salud Mental España, destacando la pandemia como principal agravante. Bien es cierto que desde el Gobierno central ya se ha puesto en marcha para actualizar la estrategia nacional de salud mental, pero aún no se ha llegado a ningún acuerdo.

Es primordial dejar de considerar el tema como un drama silencioso, y abordarlo para poner en marcha mecanismos de detección, prevención y abordaje del suicidio.

Creencias erróneas y el verdadero criterio científico.

Como comentábamos, el haber tratado el suicidio como un tabú, ha repercutido en una población desinformada y equivocada en cuanto a la concepción de este y como tratarlo. Por ello vamos a enfrentar algunos mitos y verdades para desestigmatizar las situaciones entorno al comportamiento con tendencias suicidas de alguien cercano.

Indicios a vigilar y tener en cuenta.

Manifestaciones verbales: La persona expresa sus deseos de quitarse la vida, independientemente de si tiene planeado o no la forma de hacerlo.

Este pensamiento se manifiesta con distintos grados: primero sin planteamiento de la acción, segundo con un método indeterminado, tercero con un método específico, pero no planificado, y por último, con un plan suicida concreto (esta situación indica un alto riesgo de suicidio).

 Algunos ejemplos de verbalizaciones:

• Habla de suicidarse y/o verbaliza: “Quiero matarme” o “Voy a suicidarme”.

• Hace comentarios como: “No seré un problema por mucho tiempo” o “Si me pasa algo, qué sepáis que…”.

• Comunica sentimientos de soledad y aislamiento con afectación emocional.

• Manifiesta emociones contenidas de alejamiento y huida.

• Expresa sentimientos de impotencia, inutilidad, fracaso, pérdida de autoestima, desesperanza…

Manifestaciones no verbales: Hay personas que no verbalizan sus ideas suicidas con palabras, de ahí la creencia que comentábamos anteriormente de que las personas que lo hacen, no lo dicen. Sin embargo, siempre hay comunicación no verbal qué nos pueden hacer saltar la alarma y sospechar. En estas manifestaciones es donde hay que prestar aún más atención.

Algunos ejemplos:

• Restar importancia a sus sentimientos y pensamientos entorno al suicidio: «No te preocupes por mi´´ o «No va a pasar nada´´ siempre con una sonrisa, hace que exista una calma antes de la tormenta, ya que aunque resuelto el conflicto y encontrada la paz, la angustia y la agitación vuelven a llegar.
• Igualarse o Identificarse con alguien conocido que se haya suicidado: «Yo no pienso suicidarme como hizo mi tío´´ o «José se mató cuando le desahuciaron´´ (teniendo problemas económicos igual de graves). Este tipo de manifestaciones pueden ser explicitas o de manera velada por la persona.
• Comportamientos que apuntan a ello: Existen dos formas de comportarse, no tienen porque ser excluyentes entre sí. La primera, son ciertas conductas pasivas cuando se trata el tema del suicidio como llorar sin decir nada, evitar el contacto visual, guardar silencio o mostrar incomodidad. Y por otro lado, conductas activas en favor a un plan suicida, como regalar sus pertenencias, despedirse, cerrar asuntos pendientes, etc.

Existen unos sentimientos comunes que se dan en la mayoría de las personas con pensamientos suicidas y que pueden ayudar a dar señales de alarma. Y es que, se sienten incapaces de:

• Superar el dolor
• Pensar claramente 
• Tomar decisiones
• Ver alternativas
• Dormir, comer o trabajar 
• Salir de la depresión
• Escapar de la tristeza
• Imaginar un futuro sin sufrimiento
• Valorarse a sí mismas
• Controlar la situación
• Encontrar a alguien que les preste atención

¿Qué hacer si una persona de mi entorno tiene pensamientos suicidas?

Os dejamos algunas formas de auxiliar a una persona que expresa su intención de cometer un suicidio:

• Valore la situación seriamente.
• Acepte sus sentimientos.
• Tranquilice a la persona.
• Hablar claro y abiertamente sobre el suicidio.
• Exprese su preocupación con total sinceridad.
• Muestre interés y ofrezca su apoyo, debe estar disponible para escuchar y dejar que la persona hable de sus sentimientos.

Acciones que NO ayudan:

• Juzgar.
• Cuestionar si el suicidio es o no correcto. 
• Dar sermones sobre el valor de la vida.
• Desafiar a la persona a que lo haga.
• Mostrar espanto. Eso pondrá distancia.
• Prometer confidencialidad. Busque ayuda entre sus familiares y personas allegadas.
• Dar consejos fáciles. Pero sí ayuda que explique qué hay alternativas disponibles.

Para terminar, desde Instituto de Hipnosis y Psicología insistimos que ante este tipo de situaciones graves, se deben adopten medidas prácticas: cómo retirar o controlar todos los elementos que puedan suponer un riesgo. Si es posible, no dejar sola a la persona. Sin embargo, se debe evitar, en la medida de lo posible, situaciones de excesivo control. A su vez, se debe involucrar a otras personas significativas que puedan contribuir a superar esta situación y lo más importante, buscar ayuda profesional e informar de la existencia de algún antecedente de suicidio familiar.

Integra. Resuelve. Avanza.

Fuentes: Bibliografía y webgrafía

https://consaludmental.org/publicaciones/Guiaprevencionsuicidio.pdf

http://www.cop.es/pdf/Guia-digital.pdf

https://www.isep.es/actualidad-psicologia-clinica/dia-mundial-de-la-prevencion-del-suicidio/