Beneficios de la gratitud para la salud mental

Dar las gracias por todo lo bueno que tenemos en la vida es una de las mejores, y más sencillas formas, de cultivar la felicidad. La gratitud no corresponde a una de las emociones básicas, ya que para experimentarla se requiere que se produzcan en la mente una serie de acciones un tanto complejas.

Normalmente, en el día a día, no es costumbre agradecer todo lo bueno que sucede. Parece que, en cierto modo, la mente se ha activado para que solo reconozca las cosas menos buenas; se centra demasiado en lo negativo; la mente se enfoca más en lo que falta, en lo que no tiene, que en todo lo bueno de lo que se puede disfrutar y agradecer.

La psicología positiva es una rama de la psicología que se encarga de estudiar el bienestar psicológico, la felicidad y las virtudes humanas. Así, varios estudios de esta especialidad se centran en determinar actitudes y estrategias que llevan a los seres humanos a acercarse a la felicidad y a la autorrealización.

Entre esas actitudes anteriormente mencionadas está la gratitud. A pesar de que puede parecer sencillo mostrarla, no todo el mundo lo consigue. Quienes no lo logran es posible que sea producto de que dan por sentado que merecen toda la ayuda que reciben.

Aquellos que son capaces de mostrar y sentir gratitud, toman conciencia de todo lo bueno que tienen y de todo lo bueno que hay en ellos, de esta forma, tienden a experimentar emociones positivas y a tomar mejores decisiones.

Practicar la gratitud acerca a quien la lleva a cabo a un estado de plenitud. Así, entre otros de sus beneficios, se encuentran:

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Bienestar

Cuando se lleva a cabo esta práctica la mente se predispone para recibir todo lo bueno, además de ser consciente de ello. Las personas que se ven desde un prisma más positivo tienen mayores, y mejores, niveles de felicidad y satisfacción.

Optimismo

La actitud positiva se centra en el presente, pero también en el pasado. Mirar hacia atrás desde la gratitud puede ayudar a ver el lado bueno de la vida y a esperar resultados positivos y agradables en el futuro. El optimismo es una de las fortalezas humanas más importantes.

Superación de adversidades

Todo eso no significa que al practicar la gratitud y al ser más positivos no se sufran adversidades. En la vida éstas siempre estarán, pero la actitud con la que se afronten puede cambiar la perspectiva de la situación.

Relaciones sociales más satisfactorias

Las relaciones sociales también pueden verse beneficiadas por esta práctica de la gratitud, y que lleve a sentir el vínculo que nos une con los seres queridos más fuerte si cabe. Es por ello, que quienes agradecen por estar rodeados por un buen círculo de personas, tanto familia como amigos, hace que se sientan más amados y conectados con los otros.

Hábitos para practicar la gratitud

Todo lo que esté relacionado con trabajar la gratitud, mejora la autoestima e incluso la fortaleza mental y, también, provoca la producción de un descenso de las emociones tóxicas.

Algunos hábitos que pueden practicarse a diario para fomentar este hábito son:

Enviar cartas de gratitud a personas que se consideran importantes por algo que hicieron o por lo que representa para quien escribe esa carta. Escribirle palabras de agradecimiento, donde se ponga en valor el impacto que ha tenido, o tiene, en su vida.
Meditar para agradecer.
Empezar un diario de gratitud para, en los momentos de flaqueza, recordar todo lo bueno que se tiene que, seguro, es mucho.

El agradecimiento es una práctica que quien la lleva a cabo nota sus efectos positivos. En los inicios, quizás, es más difícil mantenerla, pero cuando se convierte en un hábito todo fluye mejor. Además, es posible que en los primeros días cueste encontrar cosas por las que dar las gracias, pero, con la práctica, surgirá sin esfuerzo.

Si sientes que necesitas practicar la gratitud para traer la calma, el optimismo y el bienestar a tu vida, consulta con un profesional de la Salud Mental para que te ayude a disfrutar de todos los beneficios de esta práctica.