La relación que tenemos con la comida puede ser compleja y, a veces, difícil de manejar. Puede ser tu enemiga o por el contrario, convertirse en una fuente de placer y consuelo. Sin embargo, es posible cultivar una relación saludable con la comida y encontrar el equilibrio adecuado para disfrutar de una vida plena. En este blog, exploraremos estrategias prácticas para mejorar tu relación con la comida y desarrollar hábitos alimentarios más positivos.
En este blog, te presento consejos sorprendentes que te ayudarán a disfrutar de una vida equilibrada y placentera. Desde técnicas sensoriales hasta enfoques únicos para cultivar una alimentación consciente, te invito a explorar un camino hacia una relación más saludable y emocionante con la comida.
Contenidos
Reconoce tus emociones:
La comida y las emociones están estrechamente relacionadas. A menudo, recurrimos a la comida como una forma de lidiar con el estrés, la tristeza o la ansiedad. Sin embargo, es esencial aprender a reconocer y abordar nuestras emociones de manera más saludable. Prueba técnicas como la meditación, la respiración consciente o mantener un diario emocional para entender mejor tus sentimientos y encontrar alternativas más adecuadas para lidiar con ellos.
Escucha tu cuerpo:
Nuestro cuerpo tiene una sabiduría innata cuando se trata de la alimentación. Aprende a escuchar las señales que te envía. Come cuando tengas hambre física y detente cuando estés satisfech@, incluso si queda comida en el plato. La práctica de la alimentación intuitiva te ayuda a conectarte con tus necesidades internas y a disfrutar de los alimentos de una manera consciente y gratificante.
Elimina la culpa y el juicio:
Muchas veces, nos sentimos culpables por lo que comemos. Esta culpa puede generar un ciclo negativo en nuestra relación con la comida. Acepta que la comida es una parte normal y placentera de la vida, y que permitirte disfrutar de tus alimentos favoritos no te convierte en una mala persona. Aprende a apreciar tus elecciones alimentarias y a nutrirte tanto física como emocionalmente.
Cultiva una alimentación equilibrada:
Una alimentación equilibrada es clave para mejorar tu relación con la comida. En lugar de seguir dietas restrictivas o extremas, opta por una alimentación variada y nutritiva. Incluye frutas, verduras, proteínas, granos enteros y grasas saludables en tus comidas diarias. Busca alimentos que te nutran y te hagan sentir bien, pero también permítete disfrutar de los placeres culinarios ocasionalmente.
Alimentación multisensorial:
La comida no solo se trata de su sabor, sino de una experiencia multisensorial. Intenta comer con los ojos cerrados para enfocarte completamente en los sabores, texturas y olores de cada bocado. Aprende a apreciar los colores vibrantes de las frutas y verduras, la crujiente textura de las nueces o el aroma tentador de las hierbas frescas. Al permitir que tus sentidos se involucren plenamente en la experiencia alimentaria, descubrirás una nueva apreciación por la comida y aumentarás tu satisfacción.
Experimenta con nuevos sabores:
Rompe la rutina alimentaria y despierta tu paladar con nuevos sabores y combinaciones inusuales. ¿Por qué no probar una ensalada de frutas con un toque de pimienta negra o agregar una pizca de canela a tus platos salados? La experimentación culinaria puede ser divertida y emocionante, y te ayuda a descubrir nuevas opciones saludables que pueden convertirse en tus favoritas.
Alimentación mindfull con arte:
Combina tus habilidades artísticas con la alimentación consciente. Antes de comer, toma unos minutos para crear una presentación atractiva en tu plato. Juega con la disposición de los ingredientes, utiliza diferentes formas y colores, y convierte tu comida en una obra de arte comestible. Esta práctica te invita a prestar atención plena a cada detalle, y a saborear y apreciar plenamente cada bocado.
Comparte comidas con amig@s:
La comida es un vehículo para la conexión y el disfrute social. Organiza cenas temáticas donde cada persona prepare un plato especial o incluso planifica un picnic al aire libre con una variedad de alimentos deliciosos. Al compartir comidas con los demás, podrás disfrutar de la compañía, descubrir nuevos platos y ampliar tus horizontes culinarios.
Cultiva tu propia comida:
Nada se compara con el sabor y la satisfacción de comer alimentos que has cultivado tú mismo. Aprovecha cualquier espacio disponible, ya sea un pequeño jardín, macetas en el balcón o incluso hierbas en la cocina. Plantar y cuidar tus propias frutas, verduras o hierbas te conecta directamente con la fuente de los alimentos, aumenta tu aprecio por ellos y te brinda la oportunidad de experimentar con ingredientes frescos y sabrosos.
Mejorar tu relación con la comida no tiene por qué ser aburrido ni convencional. Al embarcarte en un viaje de descubrimiento sensorial, experimentación culinaria y creatividad artística, podrás transformar tu enfoque hacia la alimentación.
¡Disfrútalo!
Laura Gómez Garrido
Psicóloga Sanitaria AN 06302
Cofundadora del Instituto De Hipnosis y Psicología (IHP)