En la entrada del blog de hoy descubriremos qué es el apego en los adultos, sus tipos e implicaciones psicológicas en las relaciones amorosas. Con ello, culminamos con la semana temática de las relaciones en nuestras redes. ¡No olvides dar un vistazo a nuestros posts!
Después de este pequeño spoiler, podemos comenzar…
Debemos tener en cuenta que la personalidad, el modo de actuar, el modo de relacionarnos y expresar las emociones, surgen en nuestra infancia con el tipo de apego existente entre los padres y el bebé. Esto repercute en el tipo de apego adulto que desarrollaremos a lo largo de nuestra vida.
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Pero antes, debemos definir qué es el apego.
El apego es un vínculo afectivo que se establece en los primeros momentos de vida entre el menor y la persona adulta que le cuida. Su función es asegurar el desarrollo psicológico y personal.
El apego según el psicólogo y catedrático Felix López (2009) tiene tres componentes:
- La construcción mental, que permite establecer relaciones de pertenencia e incondicionalidad.
- La unión afectiva, que proporciona sentimientos de alegría y bienestar.
- Y el sistema de conductas de apego, que focaliza el mantenimiento de un contacto privilegiado.
Teoría de John Bowlby.
El psiquiatra y psicoanalista infantil John Bowlby se dedicó a estudiar los efectos de la relación, entre el cuidador o cuidadora principal y el menor, y su repercusión en la salud mental de los mismos y cómo esto se traslada a su vida adulta. Por ello, fue el primero en descubrir y estudiar los tipos de apego existentes.
El autor concluye que la capacidad de resiliencia de los menores está relativamente influenciada por el vínculo que se establece en sus primeros años de vida. Esto quiere decir que el tipo de relación que se establece entre cuidador-menor determina la conducta y el desarrollo emocional posterior.
El estilo de apego establecido en la infancia, repercute directamente en los miedos e inseguridades del adulto y su forma de afrontarlos.
Tipos de apego en los adultos.
En el apego emocional adulto existen diferentes estilos que se corresponden con el generado previamente en la infancia.
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Estilo de apego seguro.
Las personas adultas con estilo de apego seguro son aquellas a las que vincularse con su pareja les resulta sencillo y agradable, permitiéndose depender emocionalmente de su pareja y viceversa.
En sus relaciones, el adulto seguro disfruta de la intimidad y vive el momento sin cuestionarse que pasará en un futuro (si continuará o no continuará la relación). A su vez, son capaces de expresar constantemente sus necesidades, deseos y sentimientos a la otra persona.
El adulto seguro suele ser el resultado de menores que han tenido unos padres y madres que les han querido y aceptado incondicionalmente, demostrándoles cariño y empatía.
Algunas características son: aceptación de la dependencia emocional de ambos miembros de la pareja, sentimiento de alegría con el bienestar del otro, disfrute de los momentos de intimidad y del propio espacio, seguridad en el amor, despreocupación por el futuro, cercanía, aceptación y aceptación de la finalización de la relación con su correspondiente dolor.
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Estilo de apego evasivo o evitativo.
Las personas adultas con estilo de apego evasivo son aquellas a las que les resulta incómodo, e incluso molesto, cuando su pareja busca cercanía e intimidad. Sienten que les están robando su tiempo y su espacio. En el estilo evitativo cuesta dejarse llevar y depender emocionalmente de la pareja, ya que son muy independientes y desconfiados. Por último el adulto evasivo mostrará íntimo afecto y cariño a su pareja.¿QUÉ SIGNIFICA ESTA FRASE?
La infancia del estilo evasivo es fría y distante. Los cuidadores de los niños evitativos tardan en satisfacer sus necesidades y mostrar afecto hacia ellos, por lo que se pueden sentir ignorados.
Algunas características son: Distanciamiento y frialdad con la pareja, sentimiento de incomodidad y ansiedad ante la perdida de espacio de seguridad, evita los momentos íntimos y la dependencia emocional, preferencia por relaciones a distancia, leve muestra de sentimientos, puesta en valor de su independencia y autonomía personal situando a la pareja en un segundo plano de prioridades.
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Estilo de apego ansioso.
Las personas adultas que han crecido con este apego mantienen una constante inseguridad y miedo de ser abandonados por sus parejas. Tratan de generar un vínculo muy estrecho, provocando que muchas parejas se alejen de estas personas sumamente dependientes.
El adulto ansioso procede de menores excesivamente protegidos y muy dependientes de la figura cuidadora. Estos menores podían llegar a sufrir ansiedad ante su ausencia, ya que la conducta de los padres provocaba dependencia hacia ellos, normalmente por conveniencia propia.
Algunas características son: felicidad basada en la pareja, miedo constante al abandono, inseguridad, energía emocional y pensamientos diarios basados en la relación, lectura e interpretación constante de los que dice o hace la pareja, necesidad de mantener la pareja y necesidad de afecto.
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Estilo de apego desorganizado.
Las personas adultas que han crecido con este apego suelen tener relaciones drásticas y problemáticas. Conviven con el temor a ser abandonados (como el estilo ansioso) pero por otro les cuesta tener intimidad (como el estilo evitativo). Dependiendo del estilo de apego de su pareja pueden sentirse ahogados o rechazados. En ocasiones cuesta encontrar la conexión entre lo que hacen y lo que sienten.
Procede de menores cuyos padres se han comportado de manera impredecible e incoherente con una educación bastante negligente en la que de la misma manera podían demostrar afecto, comportarse de forma distante o, incluso, no demostrarles nada.
De esta manera, al no tener un patrón claro en sus relaciones afectivas, la consecuencia es la aparición de comportamientos inestables.
Algunas características son: sentimientos simultáneos de amor y odio hacia la pareja, relaciones conflictivas y dramáticas, desconexión entre pensamientos y actos, temor e independencia. Normalmente este tipo de apego en personas adultas puede tener como consecuencia el desarrollo un trastorno límite de la personalidad.
Resumen y conclusión de los tipos de apego en los adultos.
Tipo de apego adulto |
Percepción del YO |
Percepción del OTRO |
Ansiedad por abandono |
Evitación a la intimidad |
Seguro |
Positiva |
Positiva |
Baja |
Baja |
Ansioso |
Negativa |
Positiva |
Alta |
Baja |
Evasivo |
Positiva |
Negativa |
Baja |
Alta |
Desorganizado |
Negativa |
Negativa |
Alta |
Alta |
No hay un tipo de apego establecido de por vida para las personas adultas, ya que él mismo va a fluctuar dependiendo de factores como la pareja, las circunstancias personales, así como el contexto en el que la persona se encuentre.
Por lo tanto, no se trata de echarle la culpa a nuestros padres, sino de aceptarnos y conocer el origen de ello. Al fin y al cabo, el estilo de apego emocional que nos han dado nuestros padres, no es más que el que ellos heredaron y, por otro lado, si nos paramos a conocer de dónde proviene nuestra manera de actuar con nuestra pareja podremos sanar y aprender a relacionarnos con los demás de la manera en la que realmente deseamos hacerlo.
¡Cuéntanos, en los comentarios, cuál es tu tipo de apego emocional!
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Fuentes. Bibliografía y webgrafía.
Bowlby, J. (1977). The making and breaking os affectional bonds. The British Journal of Psychiatry.
López, F. (2009). Amores y desamores: procesos de vinculación y desvinculación sexuales y afectivos. Madrid. Biblioteca Nueva.