Trastorno afectivo estacional

Todavía queda mucha temporada estival. Los días son largos y soleados, llegan los festivales y a pesar del calor, muchas personas parecen sentirse llenas de energía y de alegría.  pero, ¿realmente las estaciones pueden afectar a nuestro estado de ánimo? En el post de hoy vamos a hablaros del trastorno afectivo estacional. 

Muchas personas pasan por períodos cortos en los que se sienten tristes o diferentes a como suelen sentirse. Comienzan a sentirse decaídas cuando los días se acortan en el otoño y el invierno y comienzan a sentirse mejor en la primavera, cuando hay más horas de sol. Estos episodios ocurren de manera recurrente cada año, pero en cada persona varía la intensidad. Estos trastornos del estado del ánimo con patrón cíclico estacional han sido llamados Trastornos Afectivos Estacionales, cuando tienen menos intensidad se les conoce como  “tristeza invernal”. Norman E. Rosenthal fue el primero en definir el síndrome afectivo-estacional en el año 1984, describiéndolo como depresiones que se producen en otoño e invierno alternando con periodos asintomáticos en primavera y verano.

Los síntomas particulares asociados a este trastorno son:

  • Dificultad al levantarse.
  • Energía disminuida.
  • Preferencia y toma de comidas con alto porcentaje de carbohidratos.
  • Aumento marcado de apetito.
  • Ganancia de peso.
  • Dificultad en la concentración.
  • Disminución de la libido.
  • Aislamiento social progresivo.
  • Depresión.
  • Ansiedad.
  • Irritabilidad.

Los criterios que una persona debe cumplir para ser diagnosticada con este trastorno, según el DSM-5 son los siguientes:

  • Ha habido una relación temporal regular entre el inicio de los episodios de depresión mayor en el trastorno de depresión mayor y un momento del año particular (por ej en otoño o invierno).
  • Las remisiones totales (o un cambio de depresión mayor a manía o hipomanía) también se producen en un momento del año característico (por ej la depresión desaparece en primavera).
  • En los últimos dos años se han producido dos episodios de depresión mayor que demuestran la relación estacional definida más arriba y episodios de depresión mayor no estacional durante el mismo periodo.
  • El número de episodios de depresión mayor estacionales supera notablemente el de episodios de depresión mayor no estacionales que pueden haber sucedido a lo largo de la vida del individuo.

¿Qué causa el trastorno afectivo estacional? 

Los estudios sostienen que existe mayor aparición en mujeres, en rango de edad entre 20-40 años, en general con historia familiar de trastornos del ánimo.

No existe consenso sobre la etiología de este trastorno. Hoy en día, se tiende a pensar que es un trastorno multifactorial, en el que intervienen tanto factores ambientales: la privación de luz, clima, latitud; factores sociales y culturales; así como fisiológicos: alteraciones del ritmo circadiano (provocado por un incremento en la secreción nocturna de la melatonina), alteración en el metabolismo de la melatonina, y disminución en la secreción de serotonina. 

 

Tratamientos

Existen diferentes tratamientos disponibles en el panorama actual: la fototerapia, farmacoterapia y la psicoterapia. 

  • Fototerapia: el objetivo de esta terapia consiste en exponer diariamente a las personas que padecen el trastorno a una luz brillante durante en torno a 30 y 90 minutos, dependiendo de cada caso.
  • Psicoterapia: Cuando fue comparada la eficacia de la terapia cognitivo-conductual con la fototerapia los investigadores concluyeron que, ambos tratamientos tuvieron la misma eficacia para mejorar los síntomas del trastorno afectivo estacional. Parte de objetivos de la terapia pasan por: educar acerca del trastorno e identificar las actividades y pensamientos que contribuyen a mantener la sintomatología. 
  • Fármacos: ya que el trastorno afectivo estacional, como otros tipos de depresión, se asocia con alteraciones en la actividad de la serotonina, los medicamentos antidepresivos más estudiados han sido los ISRS. A pesar de ello, algunos estudios sugieren evitar esta forma de tratamiento siempre y cuando otro tipo de terapias haya sido efectivas. 
  • Algunas medidas para continuar el tratamiento: comprender el trastorno, aumentar la exposición lumínica, tomar suplementos de vitamina D, realizar ejercicio de forma regular, llevar una dieta saludable, reducir el consumo de alcohol, mejorar el manejo del estrés, entre otros. 

A pesar de que sí es posible que si nuestro estado de ánimo baja durante la época de menos luz del año se recupere de forma natural, si los síntomas persisten o son de mucha intensidad, no dudes en consultar con un profesional de la salud mental.

Integra. Resuelve. Avanza.

 

 

 

 

 

Irene Álvarez Calvo
Psicóloga Sanitaria

Nº Col AN11398

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Fuentes

Gatón Moreno, M. A., González Torres, M. Á., & Gaviria, M. (2015). Trastornos afectivos estacionales,» winter blues». Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 35(126), 367-380.

Loureiro, A. (2006). Tristeza Invernal: todo lo que necesita saber para combatir el trastorno afectivo estacional [Rosenthal, NE, 2006]. Aperturas psicoanalíticas: Revista de psicoanálisis, (23), 12.

Meesters, Y., & Gordijn, M. (2016). Seasonal affective disorder, winter type: current insights and treatment options. Psychology research and behavior management.

Trastorno afectivo estacional. Instituto Nacional de Salud Mental, Num 20. https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/index.shtml

2022-07-21T11:51:41+02:00 Blog|Comentarios desactivados en Trastorno afectivo estacional